Podemos considerar las reivindicaciones como el eje necesario para un encuentro de voluntades. Más allá de planteamientos puntuales, a menudo de corte electoralista, sólo la lucha constante, diaria, en cada uno de los temas, por parte de los que en sus programas manifiestan su voluntad de cambio, logrará que puedan aunar esfuerzos en la difícil tarea de conseguir un modelo de sociedad más justo y humano.
No se llega al cambio político y luego se materializan las reivindicaciones, sino que éstas son el punto de partida para conseguir, en común, el cambio deseado.
No todas las reivindicaciones son iguales. Unas se precisan de las otras: algunas tienen un poder de convocatoria superior, al estar relacionadas con la ciudadanía y sus problemas cotidianos (REACCIÓN); otras son precisas para que las primeras puedan conseguirse, aportando estructuras de estado proclives a facilitar el cambio (PROCESO); finalmente, algunas componen el resumen y paradigma del futuro deseado (MARCO). Si vas a cada una de ellas, verás la posición de los PARTIDOS, de COLECTIVOS SOCIALES y la LEGISLACIÓNrelativa a las mismas.
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