Tras tantos días de lluvia, de esos en los que el aire es pluma pero la luz es plomo húmedo, tras tantos que ya no recordaba ni la forma del sol… ¡era redondo!. Y lanza puñados de luz desde ahí lejos.
Ayer las flores del hibisco dormitaban tímidas, envueltas y pensativas. Hoy todo anuncia que se desvestirán. Lo que hace unos meses fue ciclo efímero -floración por la mañana, por la noche recuerdo- estos días de ecuador del otoño se convirtió en un proceso perezoso de pétalos inseguros de su función en la vida: ¿olvidaron cómo se hace?, ¿toda una semana tarda en abrirse una flor?.
Hoy será. Tomamos la certeza de la sonrisa del batir de las alas de una abeja coronada con unas antenas despeinadas que blande una nerviosa trompa salivante.
Hoy el caracol otea con mirada legañosa. Es su momento y calienta músculo para hacerse unos largos con los que regalarnos un camino de plata antes de que el suelo vuelva a ser una pista árida.
Hoy el entorno está perfectamente definido, las rayas del paso de peatones proclaman su contraste para llamarnos desde lejos, las miradas crecen dos metros hacia el horizonte y las sonrisas aumentan dos tallas hacia el futuro.
Hoy el sol se huele sobre una ciudad en 3D. Un paisaje recién lavado y espectacularmente iluminado. Un paisaje nuevo a estrenar, en el que cada objeto recupera su significado, vistiéndose de unos colores que vuelven a ser sujetos en lugar de complementos.
Hoy llega hasta los pasillos del metro el color que se desparrama por las escaleras en torrente de sensaciones. El interior del vagón, recién declarado zona libre de paraguas y de su aroma herrumbroso, huele a colores en seco.
¿Hoy, precisamente hoy, tenías que venir tú con tu individualidad expandiéndose en malentendida generosidad que invade el habitáculo?
¿Crees que hoy es el mejor día para tachar con rimas intrascendentes los pensamientos, las lecturas y los silencios de quienes compartimos transporte con tu egocentrismo?
¿Tenía que ser hoy cuando nos obsequiases con tu generosa aportación a la cultura universal en forma de cacum-cacum-yatudamelotodo-maaaami-gustalagasoliiii-na-cacum?
-“Ten, te regalo estos auriculares”
(dos por uno, también de regalo una trémula sonrisa vamosallevarnosbien)
– “No me lo agradezcas, me bajo en la siguiente pero hoy nadie va a joderme el día”.
Artículo de Javier Bernad, aparecido en CORTUM-CLUB, el 24.11.2021.